Te libero porque amarte es entender
que a veces el amor más puro sabe desprender,
con manos temblorosas deshago nuestros nudos,
mientras el corazón se quiebra en mil escudos.
No es que el fuego se extinga entre nosotros,
es que a veces amar significa soltar los despojos,
de lo que pudo ser pero no encuentra su camino,
de lo que brilla intenso pero se vuelve clandestino.
Las cenizas de lo nuestro guardan memorias,
de risas compartidas, de sueños y glorias,
y aunque hoy el silencio ocupe nuestro espacio,
sé que este amor dormido no muere despacio.
Como el ave fénix que renace del fuego,
este sentimiento no conoce sosiego,
quizás no sea hoy, ni mañana, ni en esta vida,
pero el amor verdadero siempre encuentra salida.
Te dejo ir porque te amo demasiado
para atarte a un destino equivocado,
con la esperanza secreta de que algún día
nuestras almas se encuentren en mejor sintonía.
Y si el tiempo decide que no es nuestro momento,
llevaré tu recuerdo como mi más bello aliento,
porque amarte y dejarte ha sido mi mayor prueba
de que el amor verdadero, incluso al partir, se renueva.

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