Cuando el calendario llega a diciembre, los centros comerciales se iluminan con una ferocidad que empaña las verdaderas luces de esta festividad. Las calles se llenan de gritos de promoción, descuentos y ofertas que prometen colmar nuestras vidas de felicidad empaquetada. Como profesor de filosofía, economía y facilitador de mindfulness, siento la obligación de reflexionar profundamente sobre lo que celebramos realmente en Navidad, y cómo el sistema capitalista ha transformado una de las festividades más significativas de la humanidad en un ritual de consumo despiadado.


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